29 de diciembre de 2008

Lo redondeo, lo miro con deseo

Aquél de mi infancia, mi primer amor, el Dañino, me enseña una foto el sábado de cuando él y yo éramos tan sólo parvulitos, de cuando él todavía se dejaba caer mocos verdes y gigantes que se le escurrían, sin orden ni acierto, haciéndole juego con el color de sus ojos.
.
Éstos, -los ojos-, le sirvieron, durante un tiempo, para no hacer los deberes, para besar a toda aquella besable y para que, de cuando en cuando, yo me los encontrara pegaditos en mis cosas y enamorarme otro poco desde el lodo marrón de los míos.
.
-¿tú has follado alguna vez? (...) yo es que ya lo he intentado con todas-

Cuando él me lanzó esa frase y dilapidó mi adolescencia, su abuelo materno, un buen hombre junto al cual recuerdo comer gusanitos viendo el gordo y el flaco, aún no se había ahorcado de una biga en la cochera de la casa y, evidentemente, su madre aún no se lo había encontrado colgando, faltaban todavía algunos años para ello.

Yo, me reconozco en la foto y con ella verifico que hubo otra época anterior a que yo escuchase aquello. Veo que tengo el pelo largísimo y recogido por una coleta, que hablo con Esa y por lo tanto la instantánea me coge de perfil y que llevo puestos poco más de cuatro años y lo que pudiera pasar por ser un pijama. Yo, le quería a él y a ningún otro, fue el primero y sólo hay uno y así fue durante años; el mundo se me terminaba tras verle sonarse los mocos.

Él, que siempre ignoró su daño y mi amor, me muestra la foto ahora, y lo hace divertido, del mismo modo que me mostró el año pasado las seis marchas de su deportivo. Aquella noche, antes de seguirle el rollo y subirme a su auto, le vi cómo despachaba a su novia y le vi venir sin moco de ninguna clase y de tanto estirar la noche calentándole la polla salió el sol por la mañana y tuvo que acostarse con la misma de siempre. Recuerdo que le dejé comerme la boca un par de veces porque quería ver a qué sabía. Todo lo demás que hice fue martirizarle.

No habíamos vuelto a hablar desde ese capítulo del año pasado y ahí estaba de nuevo, feliz de la vida, y me enseña la foto para ver si soy capaz de encontrarme en ella y, mientras yo sonrío preguntándole quiénes son algun@s de los que aparecen con nosotros en la imagen, afirmo que todos hemos cambiado mucho pero lo que estoy realmente pensando es que, por aquel entonces, él ya apuntaba a hijo de perra y yo a pardilla itinerante. Bastaba con echarnos un vistazo.

Horas después me encuentro, pensando en todo esto y en más, en el coche de Mario.

Nos encontramos los dos solos en plena madrugada y llevo todo el transcurso del día fumando. Ya hemos vuelto pero da igual, de no haber siquiera salido, la situación sería exactamente la misma. Hablamos de otras gentes, de unos y de otros, yo no sé para qué ni cómo. De nosotros hablamos muy poquito, yo digo cosas como que ya está lloviendo otra vez, que hace frío y que algunas gentes me dan miedo.

Aunque la noche es oscura, Mario reconoce todos y cada uno de los coches que pasan a unos trescientos metros de donde nos encontramos. Nadie parece percatarse que allí estamos puesto que sólo enciendo la luz para quemar y posteriormente liar, después la apago. Me cuenta quiénes son los conductores y sus parejas, -tod@s conocidos de ambos-. Sabemos y/o entendemos que están moviéndose por los caminos en busca de un buen paraje donde echar un polvo y lo que, de primeras, pudiera suscitarnos envidia, se convierte en una puta pena cuando vemos que algunos regresan en cuestión de veinte minutos y, sobre todo, cuando Mario me hace conocedora de algunos detalles de sus vidas. Llega a decirme que prefiere estar allí conmigo a que le jodan la suya por ahí.

Por otra parte, prácticamente toda la gente con la que me detengo a hablar me pregunta por Fran aún desconociendo que éste pasará el fin de año en mi casa. Tod@s me preguntan y a mí se me ha olvidado el día en que vuelve. Les miro a los ojos y, muy tranquilamente, les digo la verdad, que no recuerdo cuándo me dijo que regresaba ya que siempre me habla de unas cosas y de otras hasta que me pierdo.

Vergüenza, sí, ese es el resumen de este fin de semana.

11 comentarios:

  1. yo no me avergonzaría, en todo caso me deprime ver como todos follan y yo sigo esperando a q mi última folloamiga de señales de vida...
    creo q tú y yo tenemos 2 cosas en común; una es que somos gilipollas por esperar a ese alguien del q nos hemos pillado y otra; q pasamos mucho tiempo sentadas en el coche viendo al mundo moverse al ritmo de una música que no nos gusta, es más nos jode.

    ResponderEliminar
  2. Si te llamaras patricio fijo que tendríamos lo menos 5, que ej que me gusta a mi el cinco desde antes de la rima.

    Por otra parte, sí, coño, sí, a mí me da vergüenza que la gente me pregunte por mi amigo, para mí el mejor de todos ellos juntos y que se me haya olvidado el día de su regreso. Me da vergüenza salir por ahí un sábado sin "haberme molestado" en ducharme siquiera, tomarme dos copas y volverme a fumarla. Me da vergüenza que otros anden por ahí, mientras tanto, follando alegremente mientras ¿me regocijo? en sus penas. Vergüenza de andar por ahí zorreando literalmente con un imbécil cuando su novia me es simpática y yo misma ví cómo intentaba llevárselo acostar. Me da vergüenza ironizar con el ahorcamiento hace unos días y luego recordar que hace unos años se ahorcó un buen hombre (por imbécil que sea el nieto) sin previo amago o aviso de hacerlo. Vergüenza "de despedir" así este puto año de miseria. Y quizá por más cosas, ahora ya no sé, pero es vergüenza, patry, de la jodida. No llega a depresión porque habrá que reirse...

    Y por otra parte más allá, me alegro que no te haya entrado a tí una de esas vergüenzas y asín me des tu parecer. Gracias 3.

    ResponderEliminar
  3. Para empezar, lo del ahorcamiento del otro día, a mí no me pareció irónico. En todo caso reflejaba cierto dolor, y lo de hoy, es sencillamente brutal.

    Creo que ésta es, si no la mejor, una de las mejores entradas que te he leído. Felicidades.

    Luego, el problema lo tiene el gilipollas del deportivo y su chica. Tú zorrea lo que quieras. Si él te sigue el juego a pesar de que su novia le está esperando en casa se merece acostarse con las pelotas hinchadas (y duele que te cagas)

    Para acabar. No sé si aguantaría un sol y sombra (la mezcla me parece letal), pero unos cuantos tequilas yo creo que sí. Cuando nos encontremos por Gran Vía pago el primer chupito.

    Y a ver si termina este puto año ya.

    ResponderEliminar
  4. Joder, pues yo no me entero de nada o tengo menos vergüenza que el que inventó la jodida Biblia de los huevos.

    Normalmente no recuerdo apenas nada (memoria selectiva) de lo que me explican, cuentan o rayllan. No es por culpa de los porros (y ya van MUCHOS días sin fumar, por cierto) (no recuerdo CUÁNTOS, dicho sea de paso, pero parecen AÑOS) sino porque mi mente es así de extraña, le da por seleccionar qué quiere o no guardar.
    Y a mí, francamente, me da bastante igual.

    No creo yo que sea pecado capital el no acordarse de cuándo llega tu colega (pases o no la nochevieja con él) o el que te fumes unos leños en compañía de uno que tenga novia. De hecho no creo que nada de lo que aquí explicas sea para sentir vergüenza, ni propia ni ajena.

    Vergüenza tiene que tener el zapatero ese por quitar los 2.500€urazos (me cago en la puta) de maternidad justo ahora, coño!

    Y el Muñoz.

    Y la Violeta Santander.

    Y la Monarquía.

    Y los putos Reyes Magos por no traerme nunca la puta Barbie de pelo extra largo.

    MO.


    P.D.: He ido de culo.
    P.D.2: Felicidades (más vale tarde que nunca).
    P.D.3: No fumes mucho que dicen que es malo y eso.
    P.D.4: Es que estaba deseando poder decir esa mamonada. Lo siento.

    ResponderEliminar
  5. Cuando pasen estos putos días, cuando se queden atrás el obeso papá noel, los tacaños y multiculturales reyes majos, la gala de La 1 con las uvas... cuando se borre todo eso, me encontraré mucho mejor. Creo que te entiendo.

    Los calentones en un coche son malos consejeros. Le dejan a uno la cabeza aturdida.

    W.S.

    ResponderEliminar
  6. Sois todos unos desvergonzados, que lo sepais.

    El ruido que, bueno, brutal no sé, pero dice y que este es uno de los mejores textos, a mi me da hasta la risa, eso no puede ser posible.

    La MO que habla de la violeta santander como si viviera en el cuarto, y que ya no distingue ni con quién me fumo los porros. Vergüenza la debería dar de atrancar su puerta sin avisar.

    Y W.S. que en vez describir se viene aquí a leer lamentos.

    ResponderEliminar
  7. ¿Vergüenza?. No creo que debas sentirla.
    Por otro lado, no me gustaría estar en el pellejo de la chica del capullo de los mocos verdes.

    ResponderEliminar
  8. Coño, creo que si no "se entiende" bien que me den vergüenza algunas cosas es muuuuy probable que no se haya entendido una mierda de mi anterior comentario aquí. Ojala nadie se lo tome a mal porque no era mi intención, al contrario, creo que estoy rayada tanto fumarme y sólo jugaba con las palabras para intentar haceros sentir algo de corte y así sepais a qué me refiero, ahora lo pienso mejor y parece un puto jeroglífico, pero bueno, lo dicho. Perdón.

    Parba, de esto me he dado cuenta al ir a responderte un algo que era como para mandarme a la mierda a la de ya.

    Qué rayada, tú.

    ResponderEliminar
  9. No soy nadie para decirte si tienes o no motivo para avergonzarte (cuento para decir lo anterior, tanto el post como tu primer comentario al mismo; mientras escribía éste, he visto y leído el tercero).
    Puesto a sentir vergüenza, podrías tenerla de tus faltas de ortografía, errores o cómo se llamen (biga-viga, largísimo-larguísimo,...), pero ya sabes lo que ya te he dicho y seguiré diciendo cuándo me apetezca: escribes con una soltura envidiable.
    Y tu relación de nombres propios va in crescendo (o así me lo parece) en cuanto a valoración de los sujetos nombrados: el Dañino, Mario y Fran.
    Ya sé que es un comentario de pena, pero me apetecía decirte alguna cosa por estúpida que fuera.
    Termino deseándote que disfrutes la entrada de año, por tonta que pueda llegar a ser la idea de pensar que tiene algo de especial, tan bien acompañada.
    Nada más.

    ResponderEliminar
  10. tú también debieras andar escribiendo, entre peta y peta :)

    ResponderEliminar
  11. Teseos, son órdenes para mí/¿mi?. Tienes mucha razón siempre, tú que afirmaste hablar (no me cansaré de repetirlo) sin ton ni son. Aunque, por otra parte, tanto Mario como Fran vienen arrastrándose conmigo desde los siempres ¿;? haz el favor de no darme más pistas de que no me has leído más que estas guarradas.

    William, estoy en ello, no veas qué moco. Éste del bueno.

    ResponderEliminar

y razone su respuesta.